Tenemos un amor clandestino, lleno de pasión y encanto, todo fluye, el romanticismo esta a flor de piel.
Me siento bien junto a él, compartimos todos los pequeños momentos que tenemos, para dar rienda suelta a nuestro gran amor. Secretos y mucho más, espacios que llenamos con todo nuestro amor, donde las fantasías se despliegan sin temor.
Este tesoro que tenemos entre los dos, el que todos ignoran, lo tenemos guardado bajo siete llaves, y nos reservamos todo el amor que tenemos para esos momentos especiales.
Encuentros apasionados, donde la felicidad está presente, tantas angustias contenidas, tantas ansias de verlo, de tenerlo, de amarlo. El es todo para mí, la vida entera, sin él moriría de amor.
Tantos años que vivíamos así, de una manera secreta, por temor a no arruinar una familia, pero yo lo conocí de esa manera y lo acepté, y no me arrepiento por esta situación.
Todo se suaviza cuando nos encontramos en esa habitación de hotel, donde el mundo parece desaparecer, solo el y yo, dos amantes sin mente pero con corazón. El tiempo pasa aceleradamente, nada se detiene sus caricias, sus besos, los míos, todo se funde y se confunde, su piel parece más tersa, sus cabellos mas lacios, todo el me gusta.
Disfrutamos mucho, nuestros corazones unidos más que nunca, lo amo y lo amaré por siempre.