DE LAS CUMBRES DE LOS ANDES
VAN BAJANDO LOS CAUDALES
DE LOS RÍOS, QUE A SU PASO
ABREN CAUCES MUY PROFUNDOS
IMPETUOSOS ENTRE ROCAS Y CASCADAS,
CON INCONTRASTABLE FIEREZA
SE DESLIZAN ARRASANDO PEDREGALES,
ARBOLES, LODO Y CUANTO ENCUENTRAN A SU PASO
CON SU RUIDO ESTREMECEN LAS MONTAÑAS,
SE ASEMEJAN A LAS ALMAS DE ALGUNOS HOMBRES
QUE EN SU SER SE CALCINAN LOS HORRORES,
LAS PASIONES, LAS ACCIONES INHUMANAS.
SUS CAUDALES, CON SUS BRÍOS DESBORDANTES
DESPUÉS DE UN LARGO CAMINAR,
VAN TORNÁNDOSE APACIBLES, MELODIOSOS,
HASTA QUE DEJAN SUS AGUAS AL MAR.
A SU RIBERA FORMÁNDOSE LOS VALLES,
DANDO VIDA A LOS MORTALES,
ARBOLES, PÁJAROS Y FLORES,
DAN ORIGEN A HERMOSOS PAISAJES.
SIN SUS AGUAS LA VIDA NO EXISTIRÍA;
SE CONVIERTEN EN NUBES PARA TOCAR EL CIELO,
LUEGO DESCIENDEN PARA BESAR LA TIERRA,
PARA INFUNDIRNOS AMOR ENTRE LOS HOMBRES.