jueves, 2 de diciembre de 2010

POR SIEMPRE AMIGO


Te busqué en el inicio de mi dolor,
porque sé que puedo contar contigo,
los motivos que me alejaron
fueron la pena y la oscuridad
donde estaba llorando sola y perdida
en esta vida sin abrigo,
pero levanté la vista y apareciste tú,
dándome amistad siempre infinita.

Hoy amigo del alma, la mitad de mí ser,
en estos instantes donde la lluvia
acontece y no me deja a lo lejos ver
la única claridad que me acontece,
es tu bendita amistad que no caduca,
que no muere, que siempre vive,
que no fenece.

Siempre mi amigo, siempre conmigo,
siempre mi hermano, siempre contigo.

Gracias amigo por caminar con mi dolor,
mitigando los quebrantos
de mi herido interior,
donde las tinieblas se apoderaron
de los pasos que dejé en esos
tiempos de dudas y de cadenas
pesadas que llegaron
y se instalaron en mí
cansado corazón.

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