Una rosa ebriosa un dia
un clavel la hirió con su espina
y al quedar media marchita
el se alejo de ella
y de ardor ella gemía
y de dolor ella se fue muriendo
un día de verano que parecía invierno
Sus pétalos fueron callendo
y de ella quedo un despojo
como si estuviera durmiendo
No hay comentarios:
Publicar un comentario