jueves, 7 de octubre de 2010

EN BUSCA DEL MILAGRO

Que las olas no apaguen 
ese grito de socorro que das 
a toda la humanidad.
 El mar, o la mar, que más da.
 Haces que tus olas mueran en la misma orilla.
  Espuma blanca que en las noches de luna hacen tus olas.
 ¡Qué maravillas guardas en ti!
 Eres, fuente de riquezas, a todos das de comer,  
y que pocos saben apreciarte.
 No te sabemos cuidar.
  Para ti va esta poesía.
  Mar que entre tu espuma blanca con sonido a  
caracolas cantando tú siempre estás. 
  Esperando al marinero que a alta mar 
has de llevar, para buscar su sustento.
  Los poetas y cantores, enamorados de ti,  
acariciando tus olas te dicen ¡te quiero mar!
  Pero hoy, que pena me das, pues el hombre 
con su interés egoísta destruyéndote a ti está.
  A la orilla llevas muerte por que el hombre no te 
sabe a ti cuidar, sino que mancha tus aguas de  
aceite, petróleo y gas.
  Te usan de basurero, y no saben apreciar, 
esa fuente de riquezas que Dios, dio a la  humanidad.
  Hoy, te digo que tus aguas, y tus costas 
¡todos debemos cuidar!
  Que pena me dan esas gentes, 
  ¡Qué no te saben apreciar!
 
 

No hay comentarios: